La central obrera marchó este miércoles en el bajo porteño antes del Día del Trabajador. Manifestantes y efectivos policiales protagonizaron momentos de tensión cuando columnas de sindicatos quisieron cruzar la Avenida de 9 de Julio en la intersección con la Avenida Independencia.
La CGT se movilizó en la tarde en el microcentro porteño en la antesala del Día del Trabajador y en rechazo del “ajuste” del gobierno de Javier Milei. “Si el Gobierno sigue así, va camino a la destrucción de la Patria”, expresó el dirigente cegetista Julio Piumato, jefe del gremio de Judiciales, desde la movilización, convocada bajo la consigna “El trabajo es sagrado”.
Manifestantes y efectivos policiales protagonizaron momentos de tensión cuando columnas de sindicatos que participarían en la marcha del Día del Trabajador de la CGT quisieron cruzar la Avenida de 9 de Julio en la intersección con la Avenida Indepenencia de la Ciudad de Buenos Aires. Por otra parte, Seguridad informó que en los accesos “hay micros retenidos que transportaban manifestantes por infracciones”.
Miles de personas se concentraron desde temprano para participar en la marcha hasta el Monumento al Trabajo. La cabecera partió desde Avenida Independencia y Lima e Independencia y Perú. El eje de la protesta estuvo puesto en el reclamo por la reapertura de las paritarias frente a una inflación que retomó un camino ascendente el último mes (en marzo fue de 3,7%), más lejos del 1% al que apuntaba el Gobierno de Javier Milei un tiempo atrás.
El salario mínimo perdió 33,5% del poder de compra desde que el mandatario libertario llegó al poder y los gremios acuerdan aumentos por debajo de lo que marca el índice de precios al consumidor.
Además, los secretarios generales cegetistas invitaron a los gobernadores del peronismo, con Axel Kicillof a la cabeza, para incorporarlos a una reunión con el Consejo Directivo de la central obrera en la sede de la calle Azopardo.
“Marchamos para darle voz y fuerza al reclamo de los trabajadores y las trabajadoras y para poner bien en alto nuestra bandera, que es la defensa del trabajo. No somos indiferentes al sufrimiento de nuestro pueblo. Queremos que nuestros abuelos tengan una vida digna y que nuestros hijos puedan soñar con un país más justo”, sostuvieron desde un comunicado. Además, la CGT exigirá que “se deje de reprimir la protesta social”, que no sigan “echando trabajadores”, tanto en dependencias estatales como en empresas privadas; y que las paritarias sean “libres y homologadas”.
La movilización de los trabajadores tuvo lugar después del tercer paro general que la central obrera llevó a cabo durante el gobierno de Milei, aunque esa última huelga del pasado 10 de abril tuvo acatamiento dispar a raíz del funcionamiento del servicio de colectivos.
La movilización de este miércoles comenzó a las 14 con una concentración en la intersección de las avenidas Independencia y Perú, y culminará en el Monumento al Trabajo, en Avenida Paseo Colón y Estados Unidos.
Tras el último paro, la tensión entre la CGT y el Gobierno recrudeció y se rompió una tregua de casi un año sin medidas de fuerza; las dos primeras huelgas habían sido casi al inicio de la gestión libertaria.
Durante el último paro general, el cosecretario general de la central Héctor Daer criticó la campaña publicitaria montada por el Gobierno contra el paro y dijo que se trató de un “mecanismo muy complicado que fue utilizado cuando se perdió la democracia”.
La medida de fuerza se llevó adelante por “paritarias libres, homologación de todos los Convenios Colectivos de Trabajo, aumento de emergencia para todas las jubilaciones y pensiones, actualización del bono y poner fin a la represión salvaje de la protesta social”.
Con esta nueva marcha, la CGT mantendrá activo el conflicto con la gestión Milei en medio de la trama interna de la central, que tendrá que afrontar en noviembre una renovación de autoridades tras la división entre sus diferentes sectores.
El Diario Ar