Javier Milei visitó por primera vez el Chaco, desde su asunción. Anteriormente lo hizo en el año 2019 pero en calidad de conferencista, en una jornada llamada “Menos Estado es Más Libertad”. Esta vez, llegó al territorio chaqueño para la inauguración del templo evangélico más grande del país.

Milei pareciera haber desempolvado parte del discurso que dio años atrás para aggiornarlo con algunos versos bíblicos y referencias al cristianismo. En su alocución que duró un poco más de media hora, el presidente demonizó la izquierda, señaló que la “Justicia Social” es un pecado capital, elogió al gobernador Leandro Zdero, sostuvo que “El Estado es la representación del Maligno en la tierra”, aseguró estar “librando una batalla al socialismo” y pidió a los fieles a un “despertar de la fe”.
En la previa, los periodistas que con anticipación se acreditaron para la cobertura del evento fueron recibidos con un precinto y escoltados hasta un corral de vallas afuera del templo y sin siquiera tener la posibilidad de presenciar el arribo del presidente.
Más tarde, cuando Milei desarrollaba su discurso, muchos feligreses se retiraron del lugar descontentos con su presencia y los organizadores tuvieron que establecer un vallado al que ya estaba instalado para que los comunicadores estén más retirados y no puedan dialogar con ellos.
Para finalizar su discurso, Milei no titubeó para gritar tres veces “¡Viva la libertad carajo!”. Seguidamente, el pastor Jorge Ledesma oró por el presidente.
Jorge Villarruel, un fiel de la iglesia evangélica, llegó desde Merlo (provincia de Buenos Aires) para asistir a la convención pero salió disgustado del templo al escuchar las primeras palabras del discurso del presidente de la Nación, Javier Milei.
“No puede venir a dar consejos este hombre”, dijo, y consultado sobre si se arrepiente de venir, afirmó: “Me arrepiento”.